
- Las zonas donde interactúan peatones, ciclistas y conductores, como en López Mateos, requieren especial atención. Foto: Archivo
Fernanda Carapia/Mural
Guadalajara, México (15 noviembre 2020).- Prevenir los accidentes viales y sus muertes no sólo es cuestión de incrementar las multas o aplicar operativos, también se requiere de una modificación integral de las vialidades, por lo que es indispensable hacer una auditoría.
Débora Semadeni, activista vial, destacó que este estudio arrojaría las acciones que se deben hacer en cada zona para reducir los riesgos, acciones que irían desde una intervención integral hasta cuestiones simples como colocar un semáforo.
«Los Gobiernos deben sumarse a estar en este modo de pensar de que los accidentes se pueden evitar, hay que invertirle dinero para crear infraestructura, por ejemplo, los puentes peatonales no sirven, porque la gente se pasa por abajo, entonces tienen que hacer cruces seguros», detalló.
También serviría para establecer las velocidades máximas en cada vialidad, pues no es lo mismo ir a 60 kilómetros por hora en los carriles centrales de Lázaro Cárdenas o López Mateos, donde sólo hay circulación de automotores, a ir a esa misma velocidad en las laterales, donde hay paso de peatones o ciclistas.
En el marco del Día Mundial de Recordación de Víctimas de Accidentes Viales, se pretende generar conciencia sobre la responsabilidad que implica estar frente al volante, pues en la calle, el más vulnerable de padecer violencia vial es el peatón, consideró la también activista, Alma Chávez.
«Los peatones son los que más mueren en Jalisco y en México y el segundo grupo más vulnerable son los ciclistas, que van en aumento porque se ha fomentado mucho el uso de la bicicleta», destacó Chávez.
De acuerdo con el INEGI, en 2019 murieron más de 70 personas arrolladas en la zona urbana de Guadalajara; el Colectivo Bicicleta Blanca documentó 20 fallecimientos de ciclistas el año pasado y 11 en lo que va de este.
Aunque Jalisco ha avanzado en temas de seguridad vial, los esfuerzos no han tenido una continuidad, pues con la llegada de cada Gobierno, los planes y proyectos cambian.
Un ejemplo es la implementación de las llamadas Zonas 30, impulsadas durante el sexenio de Aristóteles Sandoval y que quedaron truncas, aunque su efectividad está comprobada en Estocolmo, Suecia, o en la Calle López Cotilla, donde se hizo más angosto el carril de circulación para dar paso a una ciclovía y se colocaron topes, obligando al conductor a bajar la velocidad.
«Hay muchas evidencias mundiales de lo que sí funciona y eso es lo que deben continuar sí o sí. Cada Gobierno viene y quiere ponerse su sello y piensa que inventa el hilo negro», acotó Chávez.