
por Ignacio Pérez Vega/cronicajalisco.com
Solo una ruta da el servicio. En ocasiones, las unidades tardan hasta una hora en pasar, la tarifa es de $14 y amenazan con subir el precio del pasaje a $20
Desde hace 10 años cuando comenzó a poblarse de nuevos fraccionamientos el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, los vecinos han solicitado un servicio digno de transporte público.
Hoy, solo una ruta de la empresa Transportes Guadalajara-El Salto da el servicio. En ocasiones, las unidades tardan hasta una hora en pasar y la tarifa es de $14 y amenazan con subir el precio del pasaje a $20.
Por ello, Julía Urías Mariscal, representante vecinal en el fraccionamiento Los Olivos, acudió a Palacio de Gobierno, junto con decenas de colonos, para recordarle al gobernador Enrique Alfaro, que no olvide a quienes viven en la periferia.
“El problema del transporte nosotros lo vivimos a diario, porque solo tenemos una sola ruta, que nada mas atiende a Los Olivos I y II y Sabinos-Rinconada. Son insuficientes, traen unas unidades pésimas, que nos cobran de allá a la Antigua Central Camionera, $14 pesos”, explicó.
Julia Urías recordó que el actual gobierno estatal y el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) prometieron que todos los que viven en el Área Metropolitana de Guadalajara, pagarían la misma tarifa, en este caso de $9.50, sin embargo, a los habitantes de Ixtlahuacán de los Membrillos, les cobran $14 pesos, por lo que las promesas no se han cumplido.
“Esa es nuestra necesidad hoy aquí, porque manifestaciones hemos hecho en la Secretaría de Movilidad, hemos ido a la SCT y se avientan la bolita unos y otros y los perjudicados somos nosotros. Desde 2010 lo hemos pedido y ahora traemos la petición de que quiere entrar una ruta nueva, la 112 y queremos que la bloqueen”, dijo.
En los 14 fraccionamientos de Ixtlahuacán de los Membrillos, viven más de 70 mil personas, según el Censo de Población de 2010. La mayoría se mueve en transporte público y creen que no merecen un servicio tan deficiente.
Esa cifra de vecinos puede ser hoy menor, debido a que muchos han dejado sus viviendas, precisamente por la falta de servicios públicos dignos, como salud, educación, aseo público, seguridad y transporte.