Vecinos exigen a Ismael del Toro atender queja
Es imposible distinguir entre la calle y la banqueta, por lo que las personas se arriesgan a caminar por esta parte de la ciudad, donde también se paga impuestos… pero la mejora urbana no llega
Por Rafael Hernández Guízar
Los habitantes de la colonia San Carlos llamaron al ayuntamiento a atender su petición de realizar las reparaciones necesarias para evitar incidentes, puesto que se acerca el temporal de lluvias, y en varias de las calles el agua se estanca, lo que aumenta el riesgo/Fotos: Francisco Tapia
Calles y banquetas de la colonia San Carlos, en Guadalajara, se encuentran prácticamente destruidas, los vecinos urgen por ayuda al ayuntamiento.
Tras una denuncia ciudadana que llegó a la redacción de Página 24, acudimos para constatar las condiciones de las aceras y las calles, y corroboramos los severos daños que a lo largo de mucho tiempo ha presentado en esta comunidad.
“Están hechas una cochinada las banquetas, no se puede ni caminar, ya quisiera ver al presidente que viniera caminar por aquí, alguien ya grande (de la tercera edad) como yo por ejemplo, tiene mucho riesgo cuando camina por aquí, y eso es algo en lo que uno se ponen a pensar, una caída a nuestra edad es mortal, si ya de por sí batallamos porque no tenemos ni para las medicinas, ahora imagínese con una rotura”, dijo la señora Margarita Olivares, vecina de la colonia.
Y agregó: “Ya por mucho tiempo uno estuvo trabajando y pagando impuestos, mi marido que en paz descanse siempre cada que tenía que pagar el predial antes de que amaneciera ya estaba haciendo fila, y pagaba sus impuestos, y no se vale que ahora estemos así, yo lo que digo es que no es justo y que merecemos una banqueta digna; no puedo salir a la tienda, al mercado, o al templo sin el miedo de que me vaya caer”.
Previo al inicio de la temporada de lluvia, la señora Margarita y sus vecinos, pidieron a las autoridades municipales que hagan las reparaciones necesarias para evitar incidentes, puesto que en varias de las calles el agua se estanca, en algunas ocasiones eso les impide ver en dónde pisan, y al estar las losetas o destruida la banqueta, están expuestos a una torcedura o a una caída con severas consecuencias.