Subir a los camiones, caminar dentro de las unidades mientras se encuentran en movimiento, viajar de pie y bajar de los vehículos, son los momentos en los que los adultos mayores que utilizan el transporte público en la Zona Metropolitana de Guadalajara se encuentran en situaciones de riesgo.
Esto se debe, según concluyó un estudio realizado por el Centro de Investigación en Ergonomía, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara, a que las unidades del transporte público que circulan por la metrópoli tienen un diseño que no considera las necesidades de esta población o de otros grupos como niños o personas con discapacidad.
Por ende, el doctor Carlos Aceves González, autor del estudio, resaltó la necesidad de que como parte de las normas técnicas que reglan la operación del servicio, se contemple un diseño más inclusivo.
“Actualmente, la legislación establece que 10 por ciento de las unidades deben de tener rampas para personas con discapacidad, pero la rampa es una adaptación especial y hay que ser muy cuidadosos, pues no es la solución inclusiva”, expuso.
Finalmente, el académico lamentó que, a menos que terminen en algún fallecimiento, no existe un conteo de los accidentes sufridos por los usuarios del transporte público durante sus traslados.