Complica la tarifa ingreso a Macrobús

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  • Ante la falta de cambio, y la nueva tarifa, en horas pico los usuarios se empalman en la estación San Juan de Dios. Foto: Fernanda Carapia
    Fernanda Carapia/Mural

    Guadalajara, México (06 agosto 2019).- El aumento a 9.50 pesos en la tarifa del Macrobús genera caos en el ingreso de las estaciones, sobre todo en horas pico y en aquellascon mayor demanda, como San Juan de Dios.

    Las alcancías no están diseñadas para dar cambio, pero tampoco aceptan las monedas chicas de 50 centavos ni los 10 pesos.

    Ante esto, los guardias de las estaciones la hacen de «banco» y «cadenero», pues reciben el pasaje de quienes no traen el costo exacto, le dan su cambio y, con una tarjeta prepagada, les dan el acceso.

    En hora valle y en estaciones donde la demanda es poca, no hay tanto problema; es más, los guardias hasta tienen pilas de monedas de 50 centavos para apoyar al usuario.

    Pero en hora pico y en terminales como San Juan de Dios, se vuelve una locura.

    Los tres torniquetes de ingreso son insuficientes. Quienes no traen el dinero justo, entregan a uno de los guardias los 10 pesos quien, tras darles su cambio, los canaliza con otro ubicado en la extrema derecha, donde hacen fila los usuarios que traen tarjeta de prepago.

    «Ya van cuatro, son ellos cuatro», indica uno de los oficiales.

    Los usuarios se meten en la fila y no dejan pasar a los que ya estaban formados. Tras el reclamo, el otro guardia emplea un método similar al «uno y uno».

    «Pasan cuatro y luego dejo pasar a dos de la fila, y así», ordena.

    Muchos usuarios, si bien ya sabían del aumento del 35 por ciento y que entró en vigor el 27 de julio, ignoraban ayer que debían llevar el importe exacto.

    «Traigo 10 pesos y no los acepta, si van a subirlo deberían adaptar las máquinas para que den cambio o como en los camiones, que te friegan con los 50 centavos», señala Zulema Hernández, usuaria del Macrobús.

    A decir de los guardias, todos los días se vive ese caos ya que hay muchas personas que no traen tarjeta prepagada y se complica el ingreso.

    Además, cuando se junta cierta cantidad de dinero en efectivo que el usuario entrega al guardia, deben recargarlo en la tarjeta que se les dio para «facilitar» el ingreso.

    «Debe coincidir el saldo final, sí ha pasado que se nos cuela uno que otro, es mucha gente y no nos damos cuenta, pero pues qué le hacemos», dijo uno de los guardias, quien pidió anonimato.