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De acuerdo con el planteamiento del Ejecutivo, en lo que resta del año todas las unidades del transporte público en la ZMG cobrarán 9.50 pesos. Foto: Maricarmen GalindoFernanda Carapia/Mural
Guadalajara, México (02 agosto 2019).-
El aumento a la tarifa del transporte público es «imparable» y los transportistas también.Pese a que el servicio del transporte público está en una «transformación», los accidentes se siguen dando, inclusive entre unidades que ya son parte de la ruta-empresa o están a punto de serlo.
Tal fue el caso del choque entre una unidad de la Ruta 54 -que ya cobra 9.50 pesos- y la 380, esta última ya tiene la imagen del nuevo modelo, pero le falta el prepago.
En este accidente, ocurrido en Periférico Norte y la Calle Imperio, dos pasajeras resultaron lesionadas; según testigos, el chofer de la 380 se pasó un alto.
También en Periférico Norte, un camión de la Ruta 258A, atropelló a una joven de entre 18 y 20 años, quien pretendía atravesar el Periférico Norte; su estado de salud es grave.
De acuerdo con el planteamiento del Ejecutivo, en lo que resta del año todas las unidades del transporte público en la Zona Metropolitana de Guadalajara cobrarán 9.50 pesos.
Sin embargo, se está dando el aval para acceder a esta tarifa sin cumplir en su totalidad las normas técnicas de calidad y servicio, pues no se está exigiendo, por ejemplo, que las unidades sean de reciente modelo. Solo se pide que cambien la imagen y tengan prepago.
Además, pese a ser ya ruta-empresa, las unidades no cumplen con horarios ni frecuencia de paso y, según ha constatado MURAL, no dan la parada y van «peleando» pasaje.
Tras anunciarse el aumento a 9.50 en la tarifa del Sistema de Tren Eléctrico Urbano y causar la molestia en usuarios, la Secretaría de Transporte ha intensificado sus publicaciones en Twitter para presumir la detención de unidades que están en mal estado.
En los últimos dos días, informó que se sacó de la circulación a dos unidades, una de la Ruta 30 y otra de la 30A por estar en mal estado.
En su publicación muestra imágenes del interior de los camiones con los asientos rotos, sucias y con la carrocería en mal estado.
Pero, según usuarios, el retiro es mínimo, pues todas las unidades de estos derroteros se pueden considerar como «chatarra».