De 199 días transcurridos entre el 1 de enero y el 18 de julio de 2019, sólo 35 cumplieron las normas mexicanas de calidad del aire, es decir, 17.5 por ciento.
La cantidad significa que el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) tuvo 164 días con mala y muy mala calidad del aire en el lapso referido, es decir, alcanzó entre 100 y 150 puntos del Índice Metropolitano de Calidad del Aire (Imeca), de acuerdo con la numeralia oficial de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet).
Además, en este periodo se han activado 27 episodios de mala calidad del aire, es decir, precontingencias y contingencias atmosféricas que, en comparación a las del año pasado, han ido a la baja, pues en 2018 a estas alturas ya se habían activado 44.
Si bien los primeros 14 episodios de mal aire se dieron durante los meses más críticos del invierno, enero y febrero, por material particulado de 10 micras (PM10), los últimos 13 ya corresponden a la transición de primavera y verano, cuando la alta radiación solar y los contaminantes de los automóviles principalmente reaccionan para generar ozono troposférico, el cual llega a sus registros más altos entre las 12 y las 16 horas del día.
A diferencia del material particulado que tiene diferentes orígenes y cuya principal característica es su fino tamaño, el ozono es un gas que se forma de manera secundaria, es decir, no lo emite directamente una fuente, sino que se genera por la reacción antes descrita y es agresivo con las vías respiratorias, principalmente las de niños que todavía están en desarrollo.
Las consecuencias de estar expuesto sobre todo de forma crónica a este gas son irritación del sistema respiratorio, reducción de la función pulmonar debido a que afecta a los alvéolos, cavidades encargadas del intercambio de gases en los pulmones, lo que agrava el asma u otros padecimientos pulmonares y está directamente relacionado con la mortalidad por enfermedades respiratorias.
Ante estos efectos a los cuales está expuesta la población de una urbe altamente motorizada como el AMG, pero máxime quienes trabajan en la calle o en avenidas altamente transitadas, la recomendación es evitar permanecer en estas vialidades por periodos prolongados principalmente en las horas donde el Sol es más fuerte y favorece la formación del ozono, es decir, entre las 12 y las 16 horas, aunque la solución de fondo es reducir el uso del automóvil, ya que es la principal fuente contaminante.
Los riesgos
La generación de ozono puede generar consecuencias como:
- Irritación del sistema respiratorio
- Reducción de la función pulmonar
- Otros padecimientos pulmonares