Guadalajara, México (28 junio 2019).- En el cruce de las avenidas Juan Pablo II y Aurelio Ortega-Hidalgo, en Zapopan, no existen semáforos peatonales que auxilien el camino de las personas; el punto más peligroso es la esquina del Hospital San Juan de Dios.
Quienes buscan cruzar en dirección a la Clínica 53 del IMSS tienen que esperar que dejen de pasar coches que vienen de Avenida Américas, pero también deben cuidarse de los que avanzan por Aurelio Ortega y dan vuelta a la derecha.
Cuando éstos dejan de circular, los autos que vienen por Avenida Hidalgo dan vuelta a la izquierda en dirección a Juan Pablo II, y también dificulta el paso de los transeúntes, quienes tienen que correr para poder cruzar de manera segura.
«Es muy complicado y peligroso, tiene uno que cuidarse de todos lados para cruzar y hay automovilistas que no les interesan los peatones», mencionó María del Carmen González.
De acuerdo con el investigador y urbanista, Carlos Romero, en la Ciudad hay una carencia de semáforos peatonales, exponiendo a la población más vulnerable como niños, personas con discapacidad y adultos mayores.
«En los muy pocos semáforos peatonales que existen, el tiempo es residual, el que sobra a los coches y sin respetar el ritmo de quien camina», indicó el investigador.
Así le sucedió ayer a Jesús Aguilar, de 75 años de edad, quien cruzaba por la lateral oriente de la Avenida Juan Pablo II cuando, en cuestión de segundos, los automóviles comenzaron a circular a su costado; él se quedó inmóvil entre los carriles.
«Todos los días es lo mismo, uno tiene que ponerse las pilas, pero es peor para mí que tengo glaucoma en los ojos y no veo muy bien, así que es un reto andar por la calle».
Cuando dejaron de pasar los coches, apresuró el paso auxiliado de su bastón, en dirección al camellón, pero no lo subió, lo rodeó por temor a tropezarse con el machuelo.
Gdl en bici 